El avistaje de aves se considera como una actividad turística que se encuentra en franco crecimiento, tanto en Neuquén como a nivel mundial. Habitualmente esta actividad era practicada exclusivamente por turistas especializados, pero se ha presentado un cambio importante y ahora esta creciendo la popularidad en los mercados locales, por lo cual la Subsecretaria de Turismo del Neuquén acompaña esta tendencia con el objeto de promoverla y por medio de ella también favorecer a la protección y conocimiento de nuestra fauna.
El paso esencial para valorar la avifauna es conocer su diversidad y atractivo. Neuquén con 94.078 kilómetros cuadrados posee una variedad de ambientes tales como la estepa patagónica, el monte, el bosque araucano y los altos andinos, en cada uno de ellos habitan distintas especies, totalizando aproximadamente  240  especies de aves pertenecientes a 21 órdenes y 46 familias diferentes, que pueden ser observadas a lo largo de todo este territorio. Algunos de los principales lugares aptos para el avistaje son las Areas Naturales Protegidas de Tromen, Epulaquen, Copahue y Chañy. Además, los Parques Nacionales Laguna Blanca, Lanín y Nahuel Huapi permiten que el observador disfrute de una experiencia única en contacto con la naturaleza y con especies de enorme atractivo como el carpintero gigante, el chucao o el huet huet.
Sin embargo, los alrededores de ciudades como Neuquén, Plottier o Centenario existen habitats ideales para la nidificación de especies locales y el descanso de aquellas migratorias: los diques Ing. Ballester y Planicie Banderita sobre el río Neuquén; el Balneario de la Herradura y el Paseo de la Costa sobre el Limay; al igual que el dique compensador de Arroyito y el embalse de Ezequiel Ramos Mexía, son aptos para el disfrutar de esta edificante actividad contemplativa de las bellezas del paisaje y la fauna del Neuquén.
El mercado actual de nuestro país se estima en 3.000 adeptos, nucleados en la asociación Aves Argentinas  (www.avesargentinas.org.ar). Pero los más fanáticos están en Inglaterra: son 1.200.000 los que hacen avistajes, mientras que en Estados Unidos existen alrededor de 600.000 seguidores de las aves.
La Subsecretaria de Turismo ha colocado este producto turístico de gran importancia a nivel provincial y regional, cuya actual manifestación se da en determinados lugares. Por otra parte, representantes de municipios, prestadores de servicios y cámaras de comercio de toda la provincia manifestaron la necesidad de profundizar las medidas tendientes a lograr el desarrollo del mismo, teniendo en consideración la demanda que se esta produciendo en los destinos turísticos. Para ello, la Subsecretaría, concluyó que la prioridad para la puesta en valor de producto es: la capacitación de los actores locales relacionados con el turismo, la de guías especializados y la difusión de la actividad en el mercado local en una primera etapa.              
Es tal el interés que hoy se puede apreciar en gran éxito de los cursos de capacitación ya realizados para la formación de guías de avistaje de aves, desarrollados a lo largo de la Provincia en localidades como Neuquén, Vista Alegre, San Martín de los Andes, Villa Traful y Chos Malal, complementándose con folletería promocional de esta actividad y la cual motiva a los turistas que visitan la provincia.
Como respuesta al aprovechamiento de esta tendencia creciente por el avistaje de aves, se continúan realizando acciones para su puesta en valor, desarrollado el Anteproyecto “Sendero de Aves del Dique Ballester”, que incluye cartelería interpretativa de la avifauna que habita esa zona del río Neuquén, desarrollada sobre la base de un relevamiento de aves efectuado por el Centro de Ecología Aplicada de Neuquén (CEAN), y se están realizando relevamientos en otros puntos de la provincia, potencialmente ventajosos para desarrollar este producto en su perspectiva turística.
Para iniciarse en la observación de aves, una actividad que todos pueden practicar, es conveniente seguir algunas recomendaciones. Lo único que se necesita es un equipo y el lugar adecuado para ver a las aves. "Hay que estar muy atento. Y tener buena onda", dicen los que dominan el tema. Se necesitan binoculares, y se sugiere tres tipos: 7x42, 8x30 y 10x50. El primer número es la cantidad de veces que la lente acerca al objeto que se mira, el segundo, destaca el campo de visión. Para elegir los binoculares hay que tener en cuenta su peso porque hay que llevarlos en la mano o colgando. También es importante llevar una guía, donde se describa con dibujos y textos cada especie y donde se podrá anotar todo lo que se ve y las sensaciones que se experimentan en el recorrido. Otra recomendación: vestirse con ropa bien cómoda de colores apagados, como el marrón o el gris. La regla básica es estar en silencio y si se va en grupo, que éste no sea de más de tres personas.